El cine de Hitchcock en 6 claves

De Alfred Hitchcock es reconocible hasta la silueta. Comenzó en el cine mudo en los años veinte, y tras revelarse como uno de los mejores cineastas británicos de su generación, se mudó a Hollywood donde terminó de erigirse como uno de los directores más célebres e influyentes en la historia del cine de terror. Este mes le dedicamos nuestro Hollywood Forever con las emisiones los martes a las 22 horas de La ventana indiscreta (martes 5), Vértigo (martes 12) y Psicosis (martes 19), y por eso  os vamos a dar las seis claves que hacen de Hitchcock un digno merecedor de protagonizar nuestro ciclo.

  • Creación del suspense

Una de las máximas del conocido como creador del suspense era no dejar al espectador con más interrogantes de los estrictamente necesarios, ya que eso solo provocaría que saltasen en la butaca por prácticamente todo. Además, solía hacer uso de recursos como la anáfora, la catáfora o las deixis en su cine para confundir al espectador, permitiendo, como ocurre en Psicosis por ejemplo, que nos hagamos una clara idea de un personaje que no se nos ha mostrado explícitamente en pantalla.

  • La imagen por encima de todo

Cierta parte de la crítica siempre atacó a Hitchcock por la escasa “laboriosidad” de los argumentos de sus películas. Sin embargo, esta simpleza no era baladí: para el director, el lenguaje audiovisual tenía su piedra angular en el poder de las imágenes, y el enrevesamiento de la trama o los diálogos solo entorpecía la labor intuitiva del espectador. El cine de Alfred Hitchcock se atesora en cada una de las pistas visuales que nos dan información imprescindible acerca del relato. En Encadenados, por ejemplo, el plano detalle de una llave o una taza de café dice más que mil palabras.

  • Romper con los clichés

Buscando alejarse de la previsibilidad de otras cintas de terror, Hitchcock sembraba la incertidumbre colocando amenazas en los lugares y las personas más insospechadas. Las desgracias pueden ocurrirle a cualquiera, y no necesariamente en un lugar tenebroso. Del mismo modo, el malo puede ser cualquiera, hasta el recepcionista de motel de aspecto más inofensivo. El héroe también rompe con los estereotipos de justiciero, pues suele ser un ciudadano corriente que se ve metido en algún embrollo sin saber muy bien cómo ni por qué.

  • Los personajes

La predilección de Hitchcock por las mujeres rubias no es ningún secreto. Hacía de sus musas sus protagonistas, mientras que las morenas suelen tener papeles secundarios en su filmografía. A este respecto, es muy significativa la metamorfosis de rubia a morena de Kim Novak en Vértigo, y sus distintas connotaciones. Los hombres en sus películas, dibujados con trazos mucho más sencillos, suelen representar una figura de confianza para el espectador. Finalmente, cabe remarcar la reiteración de la figura materna como elemento turbador en varias de sus obras. Psicosis es el más claro ejemplo de ello.

  • La pulsión emocional

A fin de crear en el espectador la tensión deseada, Alfred Hitchcock se valía de algunos recursos directamente pensados para apelar a sus emociones. Fue uno de los impulsores de la cámara subjetiva para involucrar al espectador en la acción, y para desestabilizar le utilizaba los encuadres más extraños en los momentos más dramáticos. Además, en el cine de Hitchcock, el tono emocional de cada escena viene apoyado por el inteligente uso del lenguaje del color, así como el sonido (o en momentos muy concretos la ausencia de él), se convierte en elemento modulador de la emoción.

  • La conexión con los espectadores

El director británico tenía muy claro que las películas están hechas por y para el público, lo que lo llevó a recibir críticas que lo tildaban de hacer cine meramente comercial. El reconocimiento de la crítica profesional le acabó llegando con el tiempo, y tras varias nominaciones a los Oscar como Mejor director, Rebeca ganó la estatuilla a Mejor película en 1941. Pero su mayor satisfacción seguía siendo ver que la gente disfrutaba en la sala: son de sobra conocidos los cortes publicitarios protagonizados por él mismo, así como sus cameos, o sus incursiones en cualquier sesión de cine.

El 22 de junio llega a salas españolas el documental 78/52, que versa sobre la famosa escena de la ducha de Psicosis. Una escena grabada a fuego en el imaginario cinéfilo, que puso patas arriba el mundo del celuloide, y que es tal vez la mejor demostración de que el poso que ha dejado la obra de Alfred Hitchcock es sencillamente, historia del cine. Y en Canal Hollywood no hemos querido dejar pasar la oportunidad de mostraros el porqué en nuestro Hollywood Forever de los martes por la noche.