Richard Gere: Construyendo un sex-symbol en 10 papeles

Aunque diga lo contrario, Richard Gere es todo un sex-symbol, un galán que evoca a aquellos actores del Hollywood clásico, con un porte y una elegancia que, a día de hoy, siguen causando muchos suspiros entre el público. ¿Quién se ha resistido a esa mirada pícara que combina magníficamente con su sonrisa seductora? Un actor que deslumbra con solo un gesto, capaz de conquistar derretir el corazón de cualquiera.

En Canal Hollywood no hemos podido evitar caer rendidos ante sus encantos, y por eso disfrutaremos viendo American Gigolo este martes 23 de julio a las 11:58. Pero no podemos dejar de saber más sobre este seductor nato. Por ello, hacemos un repaso por los diez papeles que han convertido a Richard Gere en todo un idolatrado sex-symbol, aunque él se empeñe en negarlo.

  • Matt Dyson en Yanquis (Johsn Schlesinger, 1979)

Antes de que Richard Gere derritiera al público con American Gigolo, ya empezó a mostrar sus dotes seductoras en Yanquis, su primera película en el Reino Unido, en la que interpretó a un soldado estadounidense en plena Segunda Guerra Mundial que recala en la campiña inglesa, donde vivirá una apasionada historia de amor con una joven prometida (Jean Moreton) a un soldado británico (Derek Thompson). Fue el regreso de John Schlesinger a su tierra natal, en la que no había rodado desde Domingo, maldito domingo (1971), producida ocho años antes. Pese a no ser un éxito de taquilla logró dos nominaciones a los Globos de Oro y sirvió como precedente para ver el sex-appeal de un actor que estaba destinado a convertirse en estrella.

  • Julian en American Gigolo (Paul Schrader, 1980)

No podía faltar, cómo no, American Gigolo, recuerda que la emitiremos el martes 23 de julio a las 11:58. No hubo mejor carta de presentación para que Richard Gere se convirtiese en un sex-symbol de escala planetaria: perfil de chico malo, narcisista y víctima de sus propios actos. Un papel que fue propuesto inicialmente a Christopher Reeve y John Travolta, que lo rechazaron, y con el que el actor hizo historia, ya que fue uno de los primeros en atreverse a aparecer completamente desnudo, frontal incluido, en una película de la industria de Hollywood. Además, nos dejó uno de los temas más míticos de los años 80, Call Me, de Blondie, que fue número uno en el Billboard, y popularizó en la Meca del Cine los trajes de Giorgio Armani, que en aquella época era un diseñador en ciernes.

  • Zack Mayo en Oficial y caballero (Taylor Hackford, 1982)

Con American Gigolo, Richard Gere se forjó su imagen de chico canalla, aquel que es sinónimo de apetitosa fruta prohibida. Pero con Oficial y caballero, el actor mostró su faceta más encantadora, de galán, de héroe, convirtiéndose en aquel joven atormentado que consigue encontrar un camino en su vida. Un taquillazo que fue la tercera película más visto de 1983 sólo por detrás de E.T. el extraterrestre y Tootsie, y que continuó fomentando la imagen de sex-symbol del intérprete. Una película que también hizo historia, gracias a Louis Gossett Jr., el severo sargento Foley, que se convirtió en el primer afroamericano en ganar el Oscar en la categoría al mejor actor de reparto por esta película. La cinta también ganó la estatuilla a la mejor canción original, la mítica Up Where We Belong, de Joe Cocker y Jennifer Warnes, un tema que el productor del filme, Don Simpson, estuvo a punto de eliminar porque consideraba que “no iba a ser un éxito”.

  • Dr. Eduardo Plarr en Cónsul honorario (John Mackenzie, 1983)

Convertido en un atractivo y seductor médico mestizo, mitad inglés mitad paraguayo, Richard Gere volvía a colaborar con una producción británica ambientada en un pequeño e inestable país iberoamericano. Originalmente, su director, John Mackenzie, quiso rodarla en Argentina, pero tras estallar la Guerra de las Malvinas optó por filmar en México. De acuerdo al periódico British Independent fue el primer largometraje independiente en la historia producido solamente por una mujer de nacionalidad británica, Norma Heyman, que se convertiría en un referente para otras mujeres al ser también productora de éxitos como Las amistades peligrosas (1988) o Mary Reilly (1996).

  • Jesse Lujack en Vivir sin aliento (Jim McBride, 1983)

En plena cresta de la ola, Richard Gere volvió a sacar su porte de seductor para protagonizar Vivir sin aliento, el remake estadounidense de una de las joyas de la Nouvelle vague, Al final de la escapada (1960), del maestro Jean-Luc Godard. No pudo haber mejor réplica a ese otro galán que es Jean-Paul Belmondo. Una adaptación muy física, teniendo en cuenta que la actriz francesa Valérie Kaprisky, que debutó en Hollywood con esta película, reveló que en las escenas de amor y sexo apenas tuvo que actuar. En esta película se cambiaron las tornas respecto a la original. Si Al final de la escapada narraba la huida de un criminal francés y una joven estadounidense en París, en Vivir sin aliento era al revés, un criminal estadounidense y una chica francesa huyendo y sustituyendo la hermosa capital francesa por la más práctica Los Ángeles.

  • Edward Lewis en Pretty Woman (Garry Marshall, 1990)

Richard Gere volvió a hacer suspirar a todo una generación con la comedia romántica por antonomasia: Pretty Woman. Originalmente, la cinta estuvo planteada para que tuviese un tono oscuro muy alejado de lo que finalmente acabó siendo. Julia Roberts ganó el título de Novia de América y su segunda nominación al Oscar y Richard Gere revalidó su título de seductor y caballero. Lo curioso es que el actor, pese a tener muy buena química con Roberts, estuvo a punto de rechazar el papel y fue gracias a un post-it de la actriz, en la que le pedía que dijera que sí, por lo que al final aceptó. Gere se entregó por completo a su papel de galán, ya que la escena en la que le gasta la broma a Vivian con la caja del collar fue improvisada. Además, tocó realmente la pieza de piano que su personaje improvisa en la escena del bar cerrado, una pieza también compuesta por el actor.

  • Ike Graham en Novia a la fuga (Garry Marshall, 1999)

Nueve años después de Pretty Woman, Garry Marshall reunió de nuevo a Richard Gere y Julia Roberts en Novia a la fuga. ¿El resultado? Un nuevo triunfo comercial con una comedia romántica que solo evocaba el espíritu de la mítica película de 1990. El motivo fue que la actriz se negó a participar en una secuela y el director optó por reunir a las dos estrellas en una película completamente nueva. Por cierto, Julia Roberts fue una auténtica “novia a la fuga”, ya que canceló su boda con Kiefer Sutherland solo unos días antes de que tuviese lugar la ceremonia en 1991.

  • Will en Otoño en Nueva York (Joan Chen, 2000)

Richard Gere es como los vinos, con los años mejora. Si en los 80 y los 90 se había convertido en un sex-symbol, en ese caballero por el que suspirar, en los 2000 demostró que quien tuvo, retuvo.  En Otoño en Nueva York conquista el corazón de una jovencísima Winona Ryder, reivindicando las relaciones intergeneracionales. La película hizo honor a su nombre, ya que rodó enteramente en la Gran Manzana, mostrando el lado más romántico de la ciudad. Su éxito en taquilla fue un paso más hacia la diversidad, ya que su directora, la actriz china Joan Chen, se convirtió en la primera mujer cineasta de origen asiático en liderar un proyecto de fuerte ambición comercial para una major de Hollywood.

  • Billy Flynn en Chicago (Rob Marshall, 2002)

Para el mítico papel de Billy Flynn en Chicago (uno de los musicales más célebres de Broadway), Rob Marshall quiso contar con un actor que transmitiese picaresca, elegancia, cierto toque cínico y poder de seducción. Claro está, el candidato ideal era Richard Gere. Parecía lo más lógico, aunque antes del actor de Oficial y caballero, el director pensó en Keanu Reeves y John Travolta. Para el papel, Richard Gere tuvo que aprender a bailar. Estuvo tres meses tomando lecciones de baile para rodar esa escena en la que se luce mostrando su talento, y la grabó en solo medio día de rodaje.

  • John Clark en ¿Bailamos? (Peter Chelson, 2004)

Las lecciones de baile que tomó Richard Gere para Chicago le fueron muy útiles, ya que dos años después volvió a mover los pies en ¿Bailamos?, en la que volvió a demostrar que la madurez puede ser sinónimo de elegancia y seducción. Remake de la aplaudida Shall We Dance?, filme con el que el japonés Masayuki Suo conquistó al público del Festival de Cannes, llevándose el premio de la audiencia. El actor coincidió por primera vez con Jennifer Lopez, la estrella del momento y experta bailarina. Pese a lo que podía pensarse por el título y la temática, esta vez el poder de seducción de Richard Gere estuvo enfocado en su propia autoestima y en su relación con su esposa, una magnífica Susan Sarandon.

Diez películas que confirman que Richard Gere es el seductor por excelencia. Y en Canal Hollywood le rendimos homenaje con uno de sus primeros títulos y también uno de los más atrevidos: la magnética American Gigolo. Recuerda, este 23 de julio a las 11:58, tienes una cita con uno de los grandes galanes de Hollywood.