Iron Man: El primer éxito de Marvel

Cuando ya se ha cumplido una década desde que el Universo Cinematrográfico de Marvel se pusiera en marcha, en Canal Hollywood queremos volver al lugar donde todo empezó. Aunque ya en Hulk se dejaran algunas pistas sobre lo que vendría después, no se puede entender el génesis de la cinefilia marvelita sin repasar Iron Man, el primer éxito en la gran pantalla de la casa de las ideas. Para ello te invitamos a repasar las cinco claves que convierten a la película en un clásico moderno.

  1. El carisma de Robert Downey Jr.

Iron Man es tan grande como es el carisma de Robert Downey Jr. El actor, otrora juguete roto de la industria, vio en el «caballero de hierro» una oportunidad única: ponerse al frente de un proyecto prometedor y agotador que le alejase de los vicios de su adolescencia. A pesar de todo lo que nos gusta nuestro Sherlock favorito enfundado en el traje de protector, ¿te imaginas cómo habría sido la película protagonizada por Tom Cruise? Al director le gustaban ambos actores porque sentía que “sus aciertos y errores habían sido vividos en público prácticamente desde que eran críos, tal como Tony Stark”.

  1. La genial némesis de Jeff Bridges

Dicen los buenos narradores que una historia será tan buena como malo sea su villano. En un contexto de recesión mundial, las ansias de poder y dinero de Obadiah Stane, el personaje interpretado por Jeff Bridges va como anillo al dedo a la historia. Conocedor del legado Stark, Bridges da forma a un malo de los de antes: de los que se saben colocar en el momento adecuado en el lugar adecuado. Eso sí, no todo fueron risas en el rodaje porque a Bridges no le convencía no tener los guiones para estudiarlos y le costaba entrar en la rutina de improvisación que quería el director.

  1. La buena mano de Jon Favreau

Si eligió a Robert Downey Jr y fue capaz de domar a una bestia de la interpretación como Jeff Bridges, el director Jon Favreau merece mucho del crédito de la película. Más allá de hacer un pequeño cameo en la cinta y haber dirigido antes cintas tan disfrutables como Elf, con Iron Man se ganó el respeto de la industria. Así, el cineasta que era conocido como el alivio cómico del protagonista se convirtió en director de éxito, trabajando en El libro de la selva, produciendo varias películas de Los Vengadores y a punto de estrenar la versión en acción real de El Rey León.

  1. La confianza en el proyecto

Más allá de las pistas que se daban al final de Hulk, las cuales no eran más que probar si había agua en la piscina, la producción de Iron Man contó con el apoyo de Marvel y Disney desde el principio. Además del presupuesto, que rozaba los 150 millones dólares, el hecho de contar con Samuel L. Jackson e inaugurar para siempre las secuencias post-créditos ya daba a entender que esto iba para largo. Lo que no mucha gente sabe es que todo el proyecto estuvo a punto de irse al garete por el guion original, en el que Stark había sido el suministrador de tecnología al Dr. Octopus de los Spider-Man de Sam Raimi.

  1. La celebración de la cultura popular

18 películas y casi 15.000 millones de dólares después, seguro que nadie se arrepiente de haber cambiado aquel guion. El Universo Cinematográfico de Marvel no solo ha creado la moda de las escenas post-créditos y ha traído de vuelta los universos compartidos, también ha significado un antes y un después en la cultura popular accidental. Y si no lo creen, fíjense en los estrenos más esperados de 2019, ¿cuántos involucran a superhéroes?