5 motivos para disfrutar ‘La fuga de Alcatraz’

Ese cóctel explosivo a medio camino entre lo documental y el simple morbo es, posiblemente, el que más le ha dado a Hollywood a lo largo de su historia. Si encima le añadimos la prisión más famosa de la historia y al ceño fruncido más reconocible del lejano oeste, estamos ante una de las mejores películas carcelarias de la historia. Canal Hollywood dedicaremos el miércoles 3 a las 22:00 a La fuga de alcatraz y te invitamos a repasar cinco motivos para que entres en el penitenciario infranqueable, solo para buscar la salida.

  1. Más Clint, menos Eastwood

Siendo su quinta colaboración con el director Don Siegel, del que hablaremos más adelante, La fuga de Alcatraz marcó un verdadero punto de inflexión en la carrera de Clint Eastwood. En plena transición desde el western más forajido, el bueno de Clint se adaptó mejor que casi todos sus contemporáneos a los papeles dramáticos del nuevo Hollywood de la década de los setenta. Sin llegar al dramatismo de Los puentes de Madison, Eastwood era el primer héroe americano con fisuras, historia viva del cine.

  1. La claustrofóbica banda sonora

Compuesto por el ilustre Jerry Fielding, el tema principal de la película es tan autodescriptivo que las palabras solo vienen a coronarlo. Un compás militar, símbolo de opresión gris, se mantiene impertérrito ante el avance del sonido de viento que, poco a poco, va consumiendo todas las pistas de sonido. Una de las mejores adaptaciones de la narración en pantalla a la ambientación carcelaria.

  1. El infravalorado Don Siegel

El hombre que mejor entendió la figura de Clint Eastwood, con permiso de Sergio Leone, es uno de esos grandes olvidados del celuloide. Detrás de las cámaras en Harry el sucio o La invasión de los ladrones de cuerpos, Siegel supo inmortalizar mejor que nadie la tensión emocionante de la fuga más famosa de la historia de los correccionales americanos.

  1. Lo real de la fuga

Más allá de aditivos, como que en la película hay un recluso de más, La fuga de alcatraz es una película tremendamente fiel a los hechos. En el verano de 1962, los presos Frank Morris, John y Clarence Anglin lograron salir de la prisión “más segura del mundo”. Nunca se encontró un solo rastro o el cadáver de ninguno de los tres. En 1993, uno de los guardias de la cárcel afirmó haberse compinchado con la novia de uno de ellos para que les recogiera en la orilla de San Francisco.

  1. Lo real del rodaje

Aunque el director y el protagonista ya se conocían, el papel de Eastwood fue ganado a pulso a través de pruebas físicas. Sin dobles de acción, todas las escenas que aparecen en La fuga de Alcatraz fueron rodadas por los mismos actores. Todas es todas, y así es como las llagas y los moratones hicieron acto de presencia a la hora de escalar vallas y subir por tuberías.

Fuente: thehannibal8.wordpress.com

Ya no tienes excusas. La fuga de alcatraz es una de las mejores películas carcelarias de la historia y este miércoles 3 a las 22:00 pasaremos revista a los reclusos. Allí estará Clint Eastwood con un plan maestro, ¿te lo vas a perder?